Entrevista | Carlos Naya: «Aragón ha estado íntimamente ligado al cine desde sus inicios. Hay un panorama de profesionales muy potentes, gente muy creativa, con muchas ganas de hacer cosas».
Carlos Naya es el autor de ‘Lunas de papel’, una conmovedora melodía que compuso para ‘Las Niñas’, la ópera prima de Pilar Palomero, que narra el paso de la infancia a la adolescencia de Celia en la Zaragoza de 1992.
Hablamos con él de la película, de ‘Lunas de papel’, que le valió la nominación, en la categoría de mejor canción original, a los Premios Goya y a los Gaudí en 2021, y de sus próximos proyectos.
Pregunta. La película no dejó de cosechar éxitos, absolutamente merecidos, por cierto. ¿Cómo lo vivió?
Respuesta. Pasé por muchos estados. Al comienzo, casi estupor, incredulidad y, después, alegría y gratitud por un episodio de mi vida increíble, que no voy a olvidar.
P. Parece que estamos asistiendo a una explosión de talento cinematográfico aragonés. Sin ir más lejos, en la edición de los Goya de 2021, eran cuatro los nominados aragoneses en cinco categorías; sin embargo, como recordaba, recientemente, Luis Alegre, el idilio de esta Comunidad Autónoma con el cine se remonta al principio de los tiempos. ¿Es que ahora los aragoneses nos hacemos oír más?
R. Sí, sin duda Aragón ha estado íntimamente ligado al cine desde sus inicios, pero, a día de hoy, hay un panorama de profesionales muy potentes, gente muy creativa, con muchas ganas de hacer cosas. Se ha salvado ese abismo que separaba el cortometraje del largometraje y, en la actualidad, tenemos grandes realizadores con varios largometrajes a sus espaldas. Eso hace veinte años apenas se veía y, desde luego, es motivo de orgullo y es algo que hay que cuidar.
P. Para quienes vivimos la infancia o la adolescencia en los años noventa, la película supone un viaje emocional, al que contribuye, sin duda, la música presente en el film (Héroes del Silencio, Niños del Brasil, Chimo Bayo...). ¿Cómo de importante es la música en el cine?
R. La música es un elemento muy importante en la historia del cine sonoro desde sus comienzos. En esta película, juega un papel relevante también, aunque desde la sutileza. El film tiene una línea de austeridad estética que marca el carácter de la película desde el principio al final y queríamos que la música fuera en esa línea también. Por esta razón, no existe banda sonora como tal; la película no tiene música extradiegética. Las músicas que oímos en ella las estamos viendo en la narración, bien saliendo de un radiocasete, bien en una discoteca, o cantándolas un coro. Y, con esa idea de no utilizar la música como un ardid, sino como un elemento narrativo, ‘Lunas de papel’ se enmarca en el final de la película, acompañando el momento justo en que se cumple el arco del personaje de Celia.
«Con esa idea de no utilizar la música como un ardid, sino como un elemento narrativo, ‘Lunas de papel’ se enmarca en el final de la película, acompañando el momento justo en que se cumple el arco del personaje de Celia»
P. ‘Lunas de papel’ aparece, como bien dice, en el momento cumbre de la película, marcando ese momento vital en que nos distanciamos de nuestros padres y buscamos nuestra propia voz. ¿Qué pautas le dio Pilar Palomero para escribirla?
R. Como decía, esta melodía aparece en un momento de mucho peso emocional. Pilar no quería que la música tuviera connotaciones religiosas, no quería que sonara pomposa ni a canción de campamentos; quería que fuera sencilla, coherente con un coro de colegio, de niñas que no tienen una preparación musical, pero que, dentro de esa sencillez, fuera hermosa y que acompañara el momento emocional del personaje de Celia.
P. ¿Cómo es el proceso de creación de una melodía para una película?
R. Puede ser de muchas formas. A veces, puede resultar tedioso y poco fructífero, pero, en este caso, fue un proceso muy fluido y muy agradable de llevar a cabo. Yo tenía muy interiorizado el guion de la película y cómo iba a ser ésta a nivel estético y narrativo. Con esas pautas y con esa conexión íntima que tengo con el proyecto desde casi sus inicios, me resultó bastante agradable y gratificante crear esta canción. A Pilar ya le gustaron las primeras ideas que le fui ofreciendo y salió bastante fluido.
P. La canción tiene tintes costumbristas, nos transporta a la niñez, a la tierra, a las raíces. ¿En qué se inspiró?
R. Fueron muchas las fuentes de las que bebí como inspiración para el proyecto. En lo musical, estuve escuchando muchos de mis compositores de bandas sonoras favoritos y buceé mucho en YouTube. Y en lo narrativo, en la letra, utilicé muchos elementos costumbristas, elementos animistas, descripción de paisajes. Yo soy un apasionado del folclore latinoamericano. Ahora, estoy escuchando, también, mucho folclore castellanoleonés. Me gustaba ese concepto de sencillez, de evocar emociones complejas a partir de elementos sencillos como puede ser la tierra, elementos que engloban los folclores. Puedo decir que, en lo narrativo, fue el folclore en general y, sobre todo, el latinoamericano lo que me inspiró.
P. Dice la canción «vuelan con el cierzo los recuerdos de un invierno oscuro». Quizá, el cierzo sea una de las cosas por las que más nos conocen en el resto de España. ¿Buscaba que la canción tuviera una seña de identidad de nuestra tierra?
R. Sí, sin duda. Quería que la canción tuviera una seña de identidad aragonesa porque yo soy zaragozano, Pilar Palomero también, la película es zaragozana, las niñas son de Zaragoza y, en ese sentido, me hacía ilusión que, de alguna manera, la canción se pudiera identificar con lo local de nuestra tierra.
«Me hacía ilusión que, de alguna manera, la canción se pudiera identificar con lo local de nuestra tierra»
P. ¿Cómo fue el rodaje de la escena en la que las niñas cantan ‘Lunas de papel’?
R. El rodaje fue complejo en la parte técnica y logística porque era un día que rodábamos en un lugar en el que hacía mucho calor, había muchos extras, todos caracterizados de los años noventa, más las niñas. Pero en lo referente a ellas, guiarlas para interpretar la canción fue fácil y muy fluido. Trabajar con niños a mí me resulta gratificante, todo lo convierten en juego. En este caso, habíamos ensayado ya antes y, en ese sentido, salió muy bien, pero fue un día duro porque era una secuencia compleja de rodar.
P. Además de músico y sonidista, es también realizador audiovisual. ¿Qué otros proyectos tiene a la vista? ¿Lo veremos dirigiendo un largometraje?
R. Sí, me gusta mucho la cámara y, además de músico y sonidista, soy también realizador audiovisual. Estoy terminando un documental con mi hermano Ignacio sobre José María Javierre, el primer español que corrió el Tour de Francia en 1909 y cuya figura, por circunstancias, ha quedado un tanto relegada al olvido. Queremos reivindicar su persona, hablar de quién fue y, de paso, narrar cómo era el ciclismo en aquella época, que era una maravilla, una aventura de locos, que nada tenía que ver con la sofisticación técnica de hoy en día. Tiene mucho de romántico y de novelesco. Hay anécdotas increíbles de los corredores de la época y queremos hacer un retrato de lo que era ese mundo.
¿Dirigir un largometraje? Quién sabe lo que nos deparará el futuro. No lo veo muy probable, pero sí que me veréis haciendo cosas en el ámbito audiovisual, seguro.